La plataforma de emprendimientos creativos en Chile, del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio junto con la Cámara de Comercio de Santiago y la Secretaría de Economía Creativa del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio presentó hace algunas semanas MercadoCul, el nuevo sitio los agentes culturales de todo el territorio podrán generar y actualizar sus propios perfiles y mostrar de mejor manera sus productos y servicios.

En esta nueva etapa, MercadoCul cuenta con más de 200 perfiles de creadores y creadoras nacionales, en ocho categorías: libro y lectura, música, audiovisual, artes visuales, fotografía, diseño, artesanía y artes escénicas. La plataforma incorpora entre sus nuevas funcionalidades la búsqueda de emprendimientos creativos por territorio y releva otros marketplace vinculados a las Economías Creativas, a fin de generar redes y articulación con los diferentes sectores.

Te presentamos hoy una de las artistas que están presentes en MercadoCul, puedes ver en este link el trabajo de Andrea Ferrer. Su vínculo con el collage análogo se ha dado de un modo tan intuitivo como el proceso creativo que le da vida a sus obras. Lo que comenzó como una experiencia personal y terapéutica hoy tiene un impacto real en otras personas, y le ha permitido encarnar las facetas de artista, expositora, maestra y emprendedora. 

Andrea aterrizó hace cinco años en el mundo del collage análogo. Las ganas repentinas de querer experimentar la técnica la llevaron a inscribirse en un curso de cuatro sesiones, punto de no retorno para esta creciente pasión artística. El carácter terapéutico de esta práctica fue la motivación inicial para la artífice. “Había una situación familiar que requería que yo estuviera en la casa. En ese momento empecé a agarrar mis revistas, a recortar y hacer cosas para mí. Nunca pensé que lo mostraría hacia afuera, ni menos que lo vendería”, cuenta.

Sin embargo, este descubrimiento no fue totalmente a ciegas, ya que su interés por la visualidad y las manualidades actuaron como un importante aliciente. Andrea reconoce el enfoque distintivo que su experiencia como diseñadora de vestuario le ha otorgado a sus obras. “Me gusta mucho la fotografía y todo lo referente a la estética femenina. La verdad es que esa es mi área. Por ahí llegué y, de alguna manera, mis collages muestran mi relación con el diseño de vestuario”, aclara.

Sus cuadros tienen una estética femenina muy presente. La mujer es la protagonista de sus historias gráficas. “He tratado de hacer muchas cosas diferentes, pero siempre la mujer vuelve a ser parte de mi collage”, dice. Asimismo, asegura tener una línea de trabajo muy definida: limpia, con mucho aire, minimalista. “Voy poniendo y sacando material, y -en ocasiones- después de tener veinte imágenes, termino con tres de diferentes cosas”, agrega.

Este método, más bien intuitivo, se ha transformado en una constante de su proceso de creación. “Voy experimentando.  Creo que va saliendo lo que me va pasando a mí. Quizás no se aprecie tan gráficamente, pero en cada collage que hago hay una parte mía”, asegura la artista. 

Salir al mundo

Andrea nunca imaginó que sus creaciones, que nacieron en la intimidad de su estudio y con un afán expresivo, le iban a generar tantas oportunidades. No obstante, fue la positiva recepción de la gente la que provocó que sintiera que el collage era lo debía hacer. “La primera vez que mostré mi trabajo públicamente -en una feria de arte- las personas se acercaban y me felicitaban. No podía creer que les gustara mi trabajo. Es muy enriquecedor que valoren lo que haces. Cuando se llevan tus obras, la felicidad que te transmiten es muy emocionante”, enfatiza.

Durante los últimos años, la autora ha participado de numerosas exposiciones, ha realizado diversos talleres y ha logrado generar impacto con sus cuadros, que se han convertido en tesoros preciados para sus compradores y compradoras. “Creo que mis collages tienen cierta narrativa. De alguna manera, cuentan algo. Cuando la gente los ve, siente algo. El collage le habla a la persona y esa persona siente que esa obra debe ser suya”, afirma.