Benjamín Briones ganador del International Landscape Photographer of the Year 2022

28 de diciembre de 2022 | Entrevista, Noticias

“Lo que me inspira de fotografiar el paisaje es ayudar al espectador a su viaje interior”

Entrevista de Silvana Angelini

El chileno Benjamín Briones fue el primer ganador de habla hispana en recibir el premio International Landscape Photographer of the Year 2022. Un prestigioso premio que galardona al mejor fotógrafo de paisajes del mundo y que data del 2014.

Briones es Ingeniero Civil Estructural de profesión, quería dedicarse a la academia en primera instancia, pero siempre tuvo una inquietud creativa que fue desarrollando en la fotografía. Hace seis años partió sacando fotos y hoy trabaja medio tiempo dedicado a la fotografía y otro medio a su carrera. Prontamente realizará una exposición colectiva donde se podrá ver su trabajo.

¿Cómo fue ganar este importante premio?

Este premio es de los más prestigiosos del mundo de fotografía de paisaje y es muy popular. Tal vez no es tan mediático como el World Press photo o el Premio Pulitzer, pero la fotografía de paisajes es el candy o dulce visual, entonces recibe mucha atención. Y mi caso, entre los fotógrafos lo pueden encontrar muy especial y original, porque justamente veo las cosas de manera un poco distinta. No había postulado a este concurso antes porque pensé que estaba fuera de las bases, porque hago fotomontaje y la fotografía de paisaje es súper territorial, es decir, son paisajes que hacen referencia a un territorio particular, como una gran imagen de las Torres del Paine por ejemplo. Gané este premio y no lo podría creer, vino un tsunami de mensajes. Este reconocimiento en relación al paisaje, es como el premio más pop de la fotografía, el Grammy de la fotografía.

Este premio es una ayuda y un empuje potente para seguir haciendo fotos. No deja de sorprenderme haber ganado este concurso con paisajes anónimos chilenos. Ya que no son las Torres del Paine, no es el Desierto de Atacama, entonces queda un Chile íntimo también reflejado en mi obra, un Chile más oculto y eso sí que se inmortaliza, tanto mis estados interiores como este paisaje oculto, esa belleza que no es tan obvia, esa forma de mirar Chile que también viene de un chileno.

¿Cómo entrenas tu ojo para sacar la fotografía?

Yo creo que lo primero ha sido ver arte de niño, y me parece que tienes que ser un poco sensible o por lo menos sensibilizarte. No es algo con lo que uno nazca necesariamente, creo que es algo que se puede desarrollar exponiéndose al arte.


¿Pero de niño veías arte, cómo tuviste ese acercamiento?

Sí, mi mamá pinta acuarela, mi hermano pinta al óleo, yo no, yo no pintaba, pero si estaba en contacto con pinturas o arte visual y siempre me entró muy fuerte por la vista todo.


¿Cómo fue la primera cámara que tuviste?

Mi primera cámara la compré en un viaje a Nueva York. Me pasó que quería comprar algo y me compré un iPad pero no me gustó, cuando lo fui a devolver vi la cámara, ya estaba en mi cabeza, pero cuando saqué la foto me enamoré por la simpleza, la simpleza de la expresión fotográfica porque tú estás solo y no requieres de gente que te ayude, no requieres de un trabajo en equipo, es un trabajo más solitario y simple.

Sculpted

¿En relación a la fotografía qué es primero: la idea o el lugar?

No es tan lineal el proceso, hago ideas, voy al lugar, el lugar me sorprende, se me ocurren nuevas ideas, cambio la inicial y vuelvo, es un proceso cíclico. Ahora, en el lugar en sí mismo la exploración es pura intuición, yo estoy o trato estar en un estado de paz, porque si no es muy difícil crear algo.

Veo ciertas cosas digo esto me llama la atención esta nube, dialoga con la forma del agua o de las dunas o de lo que sea y cada cosa que va capturando mi ojo, yo la voy capturando, me demoro harto, me tomo mi tiempo, no voy acelerado para nada, ir acelerado es el secreto para llegar con un montón de material mediocre. Al principio yo creo que cualquiera que es fotógrafo y se va a terreno, al principio puede caer en eso, en el fondo de buscar como loco, medio angustiadamente la mejor foto y yo creo que lo mejor es llegar tranquilo, perderse todas las fotos que tengan que perderse, pero estar uno bien y de ahí ya empieza a surgir intuitivamente la captura de ciertos elementos y después en base a los bosquejos que hago y los elementos de los bosquejos, creo una imagen.

El tema de los NFT´s está muy presente en la Economía Creativa, ¿Cómo ha sido tu relación con esto?

En este mundo de digitalización se desarrolló una tecnología que se llama Blockchain, que te permite crear información digital que es única e irrepetible. Eso antes no se podía, agarrabas un JPG y ponías Control + C, Control + V y lo podías pegar donde querías. Ahora no, porque si tu lo alojas en la Blockchain, que es un lugar donde cada archivo es único, tiene la calidad, la cualidad de ser único e irrepetible, por lo tanto, tú puedes alojar valor en un objeto digital y eso antes no se podía. Por eso existen las criptomonedas, por eso tú puedes tener una moneda digital, gracias a que la información es única e invulnerable.

Entonces tu obra tiene un soporte de archivo digital, y ese archivo puede ser transado. Puede tener un dueño, que pase de unas manos a otras manos, y todo ha registrado Blockchain. La proveniencia no es un problema, el que se mantenga la obra y su valor en el tiempo no es un problema, porque es digital. Soluciona un montón de problemas que tiene el arte tradicional, de hecho, al ser todo digital. Creo que lo importante es que la obra física ahora tiene un gemelo digital, que vive en el mundo digital, que es el NFT. Esto es un libre mercadismo total, 100%, con sus pros y contras. No digo que es lo mejor, ni que sea lo bueno, ni que lo deban implementar en el mundo. El año pasado, entiendo que el mercado crypto transó alrededor del 20% de lo que transó el arte tradicional y eso va creciendo. Ahora estamos en crisis económica total y los cryptos se cayeron, pero quién sabe, quizás el día de mañana también coexistan estos dos mercados. Todo esto me resulta interesante, aunque mi soporte favorito sigue siendo la impresión física.

Tus fotografías tienen algo de espiritual,  y en tu página web mencionas el misticismo cristiano ¿a qué te refieres con esto?

En relación a esto tuve una experiencia alrededor de los diez años de crisis familiar muy grande donde sufrí mucho, estaba en esta situación de crisis personal después en la adolescencia y eso me hizo entrar una crisis existencial porque sentía que estaba mal hecho y no sabía muy bien para qué existía.

De hecho, mi experiencia y relación con la religión, con la fe, es muy existencialista, porque en ese momento, en el hoyo más negro, yo tuve una experiencia muy breve que no diría que fue sobrenatural, pero fue un momento revelador en el que vi mi historia, mi vida, y sentí que estaba bien hecho y sentí que podían quererme como soy. Con esa experiencia experimenté una certeza de que Dios existía de cierta manera, fue una experiencia, en ese sentido, religiosa.

¿Cómo se refleja la religiosidad o la espiritualidad en tu trabajo?

Siempre fui un poco más sensible y apasionado, súper romántico, y este episodio me híper sensibilizó. Y de ahí sentí la necesidad de emprender una búsqueda interna para expresarme. Siempre fui bueno con la música, partí por aprender violín, luego esta exploración terminó llevándome a la fotografía.

Más adelante, me leí “Las Moradas” de Santa Teresa de Ávila. Me sorprendió mucho como ella formalizaba, por así decir, la vida espiritual, que en este caso es la cristiana católica, que es el encuentro interior con el amado dentro del alma humana, la cual es como un castillo que tiene muchas moradas y al centro de este castillo habita el amado, o sea, en la medida que tú te acercas a las moradas más interiores, empiezas a sentir el aroma del amado que te atrae.

Lo que me inspira de esto, es intentar con mi trabajo, con mis paisajes, de alguna manera entender mi proceso y ayudar también al espectador, al que ve mi trabajo, a tener ese viaje hacia su interior, que al final gran parte de la sociedad en la que vivimos escapa de entrar en sí mismo, porque uno también se encuentra con sus demonios. Por eso trato de hacer una obra que sea delicada con el espectador, que no sea una belleza como dramática, violenta, sino que sea suave, sutil. Y creo que esa suavidad es porque también es un viaje tan difícil, que para motivarlo hay que ser muy delicado.

Contemplación

¿Cómo titulas las fotografías? ¿Crees que ese nombre influye o no en la mirada? Por ejemplo, tienes algunas que se llaman “Conversión”,  “Andes Interior”, “Paternidad”, “Delicado”, “Marah”, etc.

Sí, me gusta jugar con eso un poquito, dar una pequeña pista, porque creo que el arte es el diálogo entre dos seres humanos, dos o más. Es un diálogo humano. Cuando estás viendo una obra no estás solo, estás con el autor también. Y yo como autor tampoco estoy solo, estoy con el espectador. Entonces me gusta jugar en el título. Porque lo primero que te llega no es el título, lo primero que llega es lo visual, una imagen. Y después a lo mejor el espectador se puede preguntar ¿Qué quería él? ¿Qué pasaba en esta obra? ¿Por qué hizo esto? ¿Por qué puso una nube acá? Y que tenga una pista para leerla, pero trato que no sea tan obvio tampoco.

El fotógafo francés Henri Cartier-Bresson decía que fotografiar es “colocar la cabeza, el ojo y el corazón en un mismo eje” ¿Cómo sería tu definición de fotografiar en ese sentido?

Creo que una obra buena es una expresión muy integral del ser humano, es decir, una expresión de tu interior, de tu inteligencia, de tus capacidades, de tus recuerdos, de tus amores, de tus desamores, de tu ser, de tu ser completo, creo que mientras más integral esa expresión, más potentemente se comunica con otro ser humano también. Entonces concuerdo con esa visión, incluso en mi trabajo, que aunque no está tanto ese instante decisivo, sí que está cruzado por todo mi ser y toda mi persona, y yo intento hacer ese trabajo lo más genuino. No me dejo muchas reservas, me expongo, me abro. Mi trabajo es una expresión de mi alma y creo que en ese sentido es la respuesta a la muerte también. Porque yo creo que el alma es eterna, entonces si es eterna lo que estoy expresando es algo eterno de mi interior. Es mi eternidad puesta en imágenes.

Contacto:

Email: benjaminbrionesgrandi@gmail.com

Instagram: @benjamingrandi

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