En abril esta nueva librería cumplió un año de vida, conversamos desde la plataforma de Economía Creativa con la gestora del proyecto Silvana Vetö, psicóloga (UDP), Master en Psicoanálisis (Université Paris 8) y Doctora en Historia (U. de Chile), quien realizó también un postdoctorado en University College London (UCL), y ha publicado una serie de artículos en revistas académicas.
Junto a Gaspar García, licenciado en Historia (Arcis) y librero hace más de 15 años fundaron Alma Negra Librería y Plataforma, un nuevo espacio de reflexión y lecturas en Santiago. Ésta nació en abril del 2021 primero de manera virtual, como un proyecto de gestión cultural, que apuntaba a la difusión de lecturas críticas y disidentes. En enero de 2022 abrieron un espacio físico en la comuna de Providencia en Santiago. También se sumó al proyecto Nicolás González, librero con estudios en Filosofía e intereses en poesía, filosofía, política, movimientos sociales, entre otros.
La librería a su vez es un lugar de encuentro llamado Plataforma, aquí se hace circular aquellas escrituras que consideran críticas de la realidad, de lo social, de la existencia, así como crear un espacio donde esto pueda ser compartido de manera colectiva.
¿Cómo tus estudios, publicaciones, rol académico, y carreras en el extranjero te llevaron a pensar en la librería y en este nuevo espacio cultural Plataforma?
El proyecto de la librería nació del amor por los libros y todo lo que ellos pueden llegar a involucrar en la vida de alguien. Mi familia no es especialmente lectora, ni tampoco me crié en un ambiente lleno de libros o discusiones intelectuales. Esa relación se creó producto de la búsqueda, una búsqueda primero bastante adolescente, y en relación con otras influencias, que fueron cambiando, pero que siempre abrían vías y redes más y más amplias dónde buscar, dónde preguntar, dónde indagar. La librería tiene que ver bastante con la idea de abrir, abrir-me, abrir-nos, un espacio donde poder repensar y discutir de manera colectiva, todo aquello que nos provoca malestar, incomodidad, rabia, decepción e impaciencia en este país, en esta ciudad, y también en este mundo cuya configuración social y también orgánica claramente no se sostendrá mucho tiempo más.
Concebimos Alma Negra como una Plataforma, como un lugar desde donde moverse, un lugar desde donde mostrar algo, desde donde poner a circular algo fuera de esa esterilidad de lo académico. Por eso los talleres, los clubes de lectura y todo lo que hacemos en cuanto gestión cultural, es tan relevante. Para nosotr*s, deben abrir un espacio colectivo de crítica cultural desde el cual pensar, siempre, lo político.
¿Cómo se concretó el paso de la librería online a la física?
La verdad es que nuestro proyecto fue de entrada un proyecto de librería física. Haber abierto primero online se debió exclusivamente al contexto de la pandemia, por lo cual estábamos solo esperando el momento adecuado para hacer ese paso, estaba siempre ahí, a la espera. Yo tuve que readecuar mi casa para alojar los libros, una vez que decidimos partir online, y ya no podía esperar más para recuperar mis espacios privados, en ese sentido, y para tener un lugar fuera de mi casa donde ir a trabajar, pues la verdad no me gusta trabajar desde mi casa en absoluto.
El paso se concretó con bastante agilidad, más allá de los estreses habituales de una tarea como esa. Una vez arrendado el lugar, hicimos la remodelación y una vez hecho eso, llevamos los libros y comenzamos. El lugar es el mismo que habíamos visto a inicios del 2020 cuando preliminarmente íbamos a partir, y l*s arquitectos con que trabajamos también -Rosario Etcheverry y Roberto Gutiérrez-. Ya estaba hablado que haríamos esto, pero luego una vez que nos decidimos a buscar un lugar físico nuevamente todo sucedió muy rápido. A fines de septiembre empezamos a buscar, en noviembre ya teníamos arrendado y el lugar estuvo listo a comienzos de enero. En diciembre contratamos un librero para esta nueva etapa, y ya comenzamos a mudarnos cerca del 10 de enero, para abrir las puertas de la librería el 17 de enero de 2022.
¿Cómo fue el proceso de abrir una nueva librería cuando en el período de la pandemia muchas se vieron afectadas o algunas cerraron?
La verdad es que para nosotr*s abrir una librería online en el periodo de pandemia en que lo hicimos, abril de 2021, fue algo que tuvo sentido y que fue súper recibido entre lector*s, editoriales, distribuidoras. Probablemente debido también al tipo de librería que concebimos en ese momento: una librería pensada para funcionar absolutamente online, con despachos a todo Chile en momento en que era difícil ir a comprar libros físicamente, con una catálogo importante de libros importados difíciles de encontrar en otras librerías, y con una propuesta de talleres y de otras actividades online en distintas plataformas: talleres, clubes de lectura y conversatorios por Zoom, ciclos de entrevistas y discusiones en Facebook e Instagram live, etc.
Tengo la impresión de que, en el mundo del libro en Chile, aún pequeño en términos de editoriales y sobre todo de librerías, la apertura de nuevos espacios y proyectos es en general bien recibida, de hecho no fuimos la única librería que abrió durante la pandemia. Por otro lado, hasta donde yo sé hay más librerías que se abrieron en pandemia de las que han cerrado, sin por ello bajarle el perfil a lo afectad*s que se vieron sobre todo l*s librer*s en términos de sus sueldos y puestos de trabajo.
¿Cómo ves el panorama de publicaciones en Chile hoy?
Creo que en Chile hay muy buenas editoriales y hay bastante movimiento en ese sentido. Creo que aun es pequeño, que aún está en ciernes, sobre todo en cuanto a su distribución fuera del país, pero que hay bastantes editoriales independientes y también algunas editoriales universitarias que hacen un trabajo sumamente importante y necesario en términos de publicar autor*s chilen*s y también de traducción de autor*s extranjer*s. Quisiera mencionar algunas, aunque temo dejar muchas que me gustan afuera, me voy a arriesgar con tres editoriales que han estado haciendo un trabajo interesante últimamente: Bisturí 10, Aparte, Banda Propia y Mimesis, también Ediciones UACh. También me parece interesante destacar la publicación de plaquetas, en particular lo que hace Cuadro de Tiza e Invertido ediciones, así como los fanzines, los que hace algunos años se han transformado también en una forma de editar y publicar a bajo costo y un poco fuera de los márgenes institucionales más tradicionales, que tienen muchas veces las mismas limitaciones que muchas otras áreas en este país, a saber, el clasismo, el racismo y el sexismo y la misoginia.
¿De qué manera los temas que tocan en Plataforma son importantes hoy en día?
Los temas que se abordan en la Plataforma van en la misma dirección que lo que nos mueve como librería en cuanto a la selección de nuestro catálogo: una voluntad crítica, que busca poner en tela de juicio los dualismos, los binarismos, los privilegios de clase, raza, género, el racismo, el quehacer político y cultural. Por ello, privilegiamos talleres y clubes de lectura que aborden las críticas al capitalismo y al ordenamiento sociopolítico y cultural actual, por ejemplo, el abordaje de las utopías y las distopías, el heteropatriarcado, las escrituras de mujeres y los feminismos, distintas temáticas relevantes en el mundo de la música y el arte contemporáneo.
Nos parece que los talleres y los clubes de lectura que estamos organizando son parte esencial de nuestro proyecto y que deben dialogar de cerca con nuestro catálogo y con todas nuestras actividades. Por ejemplo, nosotr*s nos comprometemos con l*s talleristas a tener la mayor cantidad de libros de los talleres que podemos y, en ese sentido, ell*s se transforman también en curador*s de nuestro catálogo, recomendándonos libros y abriéndonos a nuevas editoriales y autores de los cuales muchas veces no teníamos conocimiento previo.
¿Cuál ha sido su ruta creativa, desde el inicio de la idea hasta ahora?
Sin tener ninguna experiencia realmente en lo que implicaba trabajar en una librería, así como tampoco en negocios o creación de empresas, existieron muchos puntos de partida. En primer lugar, hace años ya teníamos con Gaspar García, amigo librero con amplia experiencia en el área, el compromiso de trabajar juntos en la formación de este nuevo proyecto. Posteriormente, pensando ya más en la creación de una empresa propiamente tal, me reuní con una amiga muy cercana, psicóloga, que trabaja hace muchos años en consultoría y asesorías en estrategias y transformación de negocios, para que me orientara un poco. Desde allí llegué a Simple Lab, que son Julio Moya y Sofía Mackenney, con quienes comenzamos a trabajar en el verano del 2019 y ambos me pidieron plasmar en un texto la esencia de la librería, y de allí nació el Manifiesto de Alma Negra. También desde allí germinó la idea de llamarla no sólo librería, sino también Plataforma, integrando de ese modo la idea de colectividad, de discusión, de espacio abierto, de red. El verano de 2020 retomamos las reuniones con Simple Lab, terminamos de cuajar el concepto.
Contactamos a Diversivo, los chicos que nos hicieron el sitio web y en ese momento trabajamos con ambos equipos para hacer la web de acuerdo a lo que veníamos trabajando con Simple Lab. Luego ya comenzamos a definir todo el funcionamiento el E-Commerce, temas del que no manejábamos absolutamente nada, pero muy pronto, aprendiendo con ensayo y error, comenzamos a entender el funcionamiento. De ese modo fue que abrimos virtualmente el 9 de abril de 2021 y funcionamos exclusivamente online hasta enero de 2022, cuando el 17 de ese mes, abrimos la tienda física.
¿Cómo ves el futuro de la librería y esta mezcla de espacios de conversación y diálogo?
Yo creo que con el tiempo vamos a poder ir sistematizando mejor la forma de funcionamiento de los talleres, con variadas convocatorias para presentar propuestas, con un mayor público, con mayor variedad de temas, con distintos valores, con posibilidad de otorgar becas o ayudas financieras para inscribirse en ellos. Me gustaría que los talleres y clubes de lectura ofrecidos tuvieran una mezcla de talleres dados por personas ya más consagradas en sus áreas y otros que sirvieran de plataforma de partida para quienes no tienen aún esa trayectoria y en ese sentido podamos colaborar en ese recorrido, que a veces cuesta mucho construir.
¿Qué proyectos tienen pensados para el futuro?
Uno de los proyectos más importantes, pero que no está aun siquiera en agenda, es crear una editorial. Esto se vincula sin duda con lo que mencionaba más arriba acerca de los talleres como espacio del que puedan resultar escrituras, pero no sólo eso. Me interesa, en un futuro próximo, no tan lejano, avanzar en la creación de una editorial. Me interesaría traducir libros que aún no estén traducidos, ojalá de filosofía contemporánea y ensayo, en la misma línea editorial que hemos planteado como Librería y Plataforma, pero también generar un espacio para publicaciones locales.
También me gustaría que el espacio que tenemos en el segundo piso de la librería pueda utilizarse para más actividades, como ciclos de cine, exposiciones, y tal vez también replicar lo que vamos a hacer para nuestra inauguración y cumpleaños número uno que es un microconcierto.
¿Qué consejos le podrías dar a alguien que está pensando en abrir una librería?
Que se atrevan a comenzar, pero también que comiencen con un proyecto conceptual bien armado. No sólo vender libros, no sólo vender lo que la gente pide, sino proponer cosas para leer que la gente aun no pide porque no los conoce. Ahí yo siempre pienso en la historia de las ideas y su recepción y de teorías y discursos, y me gustaría que las librerías tuvieran un lugar en esas historias, como espacios que colaboran en la introducción de nuevas ideas, nuevas armas, en suma.