El pasado 26 de junio se realizó el acto de celebración de la fotografía del dramaturgo y actor chileno-costarricense Luis Alberto Barahona Rivera, con ocasión de su declaratoria como ciudadano de honor de Costa Rica.

El reconocimiento fue otorgado por la Asamblea Legislativa costarricense bajo el proyecto de ley 23.535, presentado por la congresista del Partido Progreso Social Democrático (PPSD) Ada Acua Castro, que tenía como objetivo reconocer al artista de hoy 93 años. El proyecto pasó con 40 votos a favor y cero en contra, entregándole la distinción de ciudadano de honor, como prueba del reconocimiento a su trayectoria y contribución al teatro costarricense por más de 50 años.

En los diversos discursos de la ceremonia se destacó el invaluable aporte al desarrollo del teatro independiente y la importante fuerza cultural que entregó a Costa Rica, quien emigró a este país tras el golpe militar de 1973.

Desde su llegada, junto a los actores Bélgica Castro, Alejandro Sieveking y Dionisio Echeverría, se convirtieron en referentes y precursores del teatro en este país, fundando el famoso Teatro del Ángel y, años más tarde, el Teatro Lucho Barahona que funciona hasta la actualidad.

Durante su carrera trabajó con cientos de actores y actrices costarricenses, estrenando más de 50 obras y también incursionando en la televisión, contribuyendo con esto al fortalecimiento del patrimonio cultural de Costa Rica.

Breve reseña

En el texto de ley de la iniciativa se destacó Lucho Barahona, nació en Santiago de Chile el 2 de febrero de 1931 en hogar formado por sus padres Luis Barahona y Olga Rivera, además, por 3 hermanos más (2 mujeres y 1 varón). En su niñez, su vida se vio afectada por la trágica muerte de su padre, quien era minero y falleció en una explosión.

Barahona cursó estudios secundarios en un instituto técnico y posteriormente, fue invitado a entrar en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, y pese a su situación de escasos recursos económicos, pudo entrar a estudiar. Finalizó sus cuatro años y fue contratado por el Instituto de Teatro de la Universidad de Chile (ITUCH). Con el tiempo, Barahona comenzó a sobresalir, además de sus cualidades en el diseño gráfico y escenografías, por sus dotes actorales y su gran capacidad multifacética de interpretación de diferentes personajes.

Barahona emigró a Costa Rica en los años de 1970, tras el golpe militar en 1973 en Chile, junto con tres compañeros. Lass visas para entrar al país fueron obtenidas por la gestión en 1974 del entonces ministro de Cultura, Guido Sáenz.

En la exposición de motivos se detalló que: «El grupo vio su éxito interrumpido debido al grave peligro como consecuencia del Golpe de Estado en 1973 y a que, él mismo, sufrió el allanamiento de su apartamento por parte de un escuadrón militar; aun cuando no pertenecía a partido político alguno. Por tal motivo, organizó una gira junto a Bélgica Castro, Sieveking y Echeverría, por 7 diferentes países entre ellos Costa Rica, como justificación ante el gobierno y militares; de esa manera, podían salir sin riesgo”.

Lucho durante medio siglo trabajó con muchos actores y actrices del teatro costarricense. Además a lo largo de su carrera estrenó más de 50 obras e incursionó en la televisión. También llegó a tener dos salas propias, el Teatro del Ángel y el teatro Lucho Barahona, que sostuvo con textos de la dramaturgia universal y comedias, aunque de igual manera protagonizó actuaciones en montajes para la Compañía Nacional de Teatro.