“Las autoridades deben generar políticas culturales con una mirada clara hacia el territorio”, enfatiza Constanza Segovia, actriz y productora de la organización.

MercadoCul es la principal vitrina de la Economía Creativa en Chile. A través de esta herramienta, webs, artistas, agentes, creadores/as y organizaciones de todo el país pueden difundir y promocionar sus bienes, servicios, obras y proyectos. 

La iniciativa, desarrollada por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, en colaboración con la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), permite realizar una serie de búsquedas en simples pasos, y filtrarlas por medio de palabras claves, territorio o disciplina artística.

En esta oportunidad,  presentamos a la Cooperativa Teatral de Valparaíso, una de las organizaciones de  MercadoCul. Puedes revisar sus servicios en el siguiente link.

La Cooperativa Teatral de Valparaíso surge en 2018, a raíz de las escuelas de cooperativas de la alcaldía ciudadana y bajo los principios del cooperativismo aplicados a las artes escénicas. Actualmente, la organización -compuesta por diez socios/as de diversos perfiles, actores y actrices, músicos/as, artistas visuales, arquitectos/as- concentra su trabajo en el Centro Cultural de Rodelillo.

“Bajo la figura de cooperativa pretendemos mejorar las condiciones laborales -en el marco de las artes escénicas- de nuestros/as trabajadores, que son nuestros/as socios/as. Por otro lado, este modo de organización nos permite brindar una serie de servicios sin encasillarnos en un estilo (…) Al contar con integrantes que provienen de diferentes áreas, todos/as podemos disponer de nuestros servicios. Entonces, eso le permite a la Cooperativa colaborar con otras disciplinas que no tienen que ver con el teatro y la danza, y así expandir su oferta”, explica Constanza Segovia, actriz y productora de la organización.

La Cooperativa Teatral de Valparaíso cuenta con un completo catálogo de servicios escénicos, como obras de teatro para instituciones públicas y privadas, establecimientos educacionales, centros culturales y espacios públicos; talleres formativos dirigidos tanto a actores y actrices como a personas sin experiencia teatral; arriendo de iluminación, de fotografía escénica y de sonido, entre otros.

En cuanto a la incorporación de los principios del cooperativismo, la actriz plantea que se dio de manera orgánica y fluida, dada la raíz teatral de la organización, que les entregó la experiencia de trabajar desde la horizontalidad y a partir de un espacio democrático. Sin embargo, esta nueva forma de organizarse sí los/as llevó a explorar, en este caso, respecto a la creación de alianzas con otras cooperativas. “Esto nos ha permitido abrirnos y tener cooperativas amigas con las cuales hemos generado diálogo y siempre estamos visibilizando mutuamente nuestro quehacer”, precisa.

Con vistas al futuro

Para Sebastián Caro, actor e integrante de la Cooperativa, uno de los objetivos de la agrupación es lograr la sostenibilidad económica, trabajo que está en proceso. “Esperamos conseguirlo para así dedicarle mucho más tiempo al proyecto y que la sistematización permita que los/as integrantes de la Cooperativa podamos enfocarnos en las labores que cada uno mejor maneja. En ocasiones, nos vemos en la necesidad de cubrir otros roles para los cuales no somos los más idóneos, pero debemos hacerlo. Es parte del proceso. Esperamos que en un plazo de cinco años ya podamos concretar estas acciones”, dijo.

Respecto a las medidas que se deben tomar para potenciar las artes, Constanza destaca la importancia de considerar cada contexto en la creación de políticas culturales. “En ese sentido, yo creo que se han dado varios pasos adelante. La Municipalidad de Valparaíso ha hecho presupuestos participativos y eso es un gran avance. Pero, por ejemplo, a nivel nacional el Fondo de Artes Escénicas aún tiene muchas debilidades que se podrían mejorar, ya que está pensado a un nivel mucho más macro, pero no tiene una mirada que comprenda la diversidad existente. (…) Las autoridades deben generar las políticas con una mirada clara hacia el territorio. Las personas que están dirigiendo las oficinas o departamentos de cultura deberían ir más a terreno”, finaliza.