A dos años de su nacimiento la plataforma de emprendimientos creativos en Chile, MercadoCul, estrenó una nueva plataforma. Con una nueva imagen y un sistema accesible de inscripción, invita a artistas, agentes, y creadores y creadoras del país a que difundan y promocionen la venta de sus bienes, servicios, obras y proyectos.

Hoy te presentamos a una de las editoriales presentes en MercadoCul. Se trata de Akanni ediciones, especialista en la elaboración de juegos y libros ilustrados para toda la familia. Las ganas de adquirir nuevos saberes y habilidades llevaron a Francisca Bravo, Directora editorial, editora e ilustradora a experimentar el arte y la cultura desde múltiples dimensiones. Sus estudios universitarios en diseño teatral le permitieron conocer las distintas capas del teatro, lo que junto a su exploración autodidacta en las artes visuales y a sus diplomados en ilustración y literatura infantil, le entregaron las herramientas necesarias para convertirse en la fundadora de Akanni. “Siempre estoy explorando distintos formatos en que trabajar”, señala la artista, que gracias a este afán por aprender logró cimentar un proyecto con una propuesta clara y un sello distintivo.

Esta búsqueda de nuevos formatos fue potenciada por el nacimiento de su hijo, en 2012. Francisca decidió transformar su vida laboral y dejar de desempeñarse en el mundo del teatro, como lo estaba haciendo hasta esa fecha.  “El teatro ya no podía ser el foco de importancia porque teníamos un hijo. El papá de mis hijos también trabaja en teatro, no podíamos ambos estar en ese plano. Además, para las madres es difícil reinsertarse en el medio laboral. En ese sentido, opté por buscar otras cosas”.

La artista necesitaba reinventarse. En ese momento apareció la ilustración como área de interés y piedra angular de lo que vendría más tarde. Durante el diplomado en ilustración desarrolló -junto a su compañera de estudios, Antonia Ochsenius- el libro “Instinto. Sabemos Parir”, que fue publicado por la Editorial Catalonia. Tras el logro de su primera publicación, Francisca comenzó a ofrecer nuevos proyectos a distintas editoriales, proceso en que descubrió la dificultad de ingresar al mundo editorial siendo una autora nueva, y también la complejidad de sus procesos.  “Me encontré con que había planificaciones, presupuestos, limitaciones para entrar a ciertas editoriales. Luego de eso me asocié con Alejandra Chomalí, que también hizo el diplomado conmigo, y decidimos crear Akanni Ediciones”, explica.

Mejores vínculos, mejores sociedades

Akanni es una palaba africana que significa “vínculo favorable” o “nuestro encuentro nos trajo dones”, y le da nombre a esta editorial independiente fundada en 2019, que a través del desarrollo de libros y juegos ilustrados busca crear puentes para generar y fortalecer vínculos entre quienes los comparten, contribuyendo tanto al placer por la lectura como a abrir conversaciones sobre temas relevantes y a veces difíciles de tratar. Akanni Ediciones se centra en tópicos como la diversidad e inclusión, el bienestar físico y emocional, el patrimonio cultural, la educación medioambiental y la maternidad y crianza.

“Para nosotros/as es fundamental ver cómo aportar para crear una sociedad más inclusiva, respetuosa y amistosa. Tratamos temas difíciles, ya que si no lo hacemos no podemos avanzar. Por ejemplo, en nuestros catálogos hay tres libros que hablan de muerte (…) También tenemos un libro sobre el destete, su texto fue escrito por una asesora en lactancia especialista en el tema. Lo bonito que tiene esta obra es que le decimos al niño que esté tranquilo porque mamá tiene distintos recursos para entregarle, y al mismo tiempo le decimos a mamá que su hijo está bien y que tiene diferentes herramientas para calmarlo. Está dirigido a ambas partes. Creo que eso es lo rico del material que hemos ido seleccionando y editando”, enfatiza la autora.

No sólo los libros han tenido impacto, ya que los juegos ilustrados de Akanni han suscitado gran interés en distintos tipos de público. Para la editora esta idea nace de la necesidad de encontrar recursos que puedan ser interesantes para un adulto y enriquecedor para un niño, y así generar ese puente de conversación entre ambos. “Abordamos temáticas relevantes que logran que los niños puedan trabajar en clases, o que sea entretenido para los papás o de utilidad para mediar un tema. El trabajo de la crianza se vuelve un poco monótono y empiezas a buscar cosas para entretenerlos, para enseñarles y para entretenerse uno también”, aclara.

Esta labor apunta a ser un aporte para diferentes procesos, que no acaban en la relación parental.  Francisca comenta que como equipo suelen conversar con especialistas (terapeutas, psicólogos, fonoaudiólogos, entre otros), quienes muchas veces entregan una pauta sobre qué crear. “Además de su valor estético, también queremos que nuestro material sea un aporte para el terapeuta, el niño, el cuidador, la mamá, el papá, los profesores. Son distintos puntos los que abarcamos”, afirma.